Y sigo buscando a Dios

Hola, hoy voy a hablaros de la Fe.

Como todos sabéis soy católico creyente y practicante con reservas (cada día le pongo un nuevo nombre je, je, je)

Durante muchos años fui un ferviente creyente, pero desde hace un tiempo me ha costado mucho continuar con esa fuerza hasta tal punto que casi me olvido de Dios… y sí, desdichadamente tengo que reconocerlo. Digo casi, porque he tenido personas cerca de mí que me han impedido olvidarle: la primera mi madre, pero también muy buenos amigos y familia que nunca se han dado por vencidos conmigo. Ellos sabían que dentro de mí todavía quedaba esa pequeña luz, ese pequeño fuego que espera ser soplado para crecer y calentar. Creo que poco a poco, lentamente, crece. No estoy seguro, la verdad, solo el tiempo lo dirá.

La fe, como todo, hay que cuidarla y alimentarla, y al igual que el fuego que necesita ramas secas, para hacer una hoguera bien construida, para ser grande e inmenso, la fe necesita una base fuerte y un alimento continuo para su crecimiento. Pues la fe es el músculo (la gracia) que nos acerca a Dios… 

En las últimas semanas, he tenido un tímido y lento acercamiento a Dios, y debo reconocer que la primera misa que fui sin compromiso en bastante tiempo, me sentía raro, incluso incómodo, como si no fuera mi lugar… pero poco a poco y con calma esa incomodidad se fue convirtiendo en calma y confort.

Sé que me queda mucho para volver a ser el que era… y no sé si lo conseguiré… Pero gracias a Dios, por supuesto a la Virgen y a la música (eso dará para otra entrada) poco a poco empiezo a sentir que me voy completando… pues la música no deja de ser otro de los instrumentos maravillosos que Dios nos ha dado…

Gracias a todos por no rendiros.

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." (John Lennon)