Carta a mi Yayo
Hoy hace 24 años que nació un nuevo ángel. Mi yayo me abandonó de manera física... pero su esencia siempre estará conmigo. Él está en cada momento importante de mi vida, en cada canción que hago, en cada ilusión que vivo...
Tenía 10 años cuando falleciste y por primera vez supe lo que era el dolor, aunque anteriormente ya había perdido a mi tío Juan al que también quería mucho (pero eso es otra historia).
Yayo, eras (eres y serás) mi mejor amigo, mi confidente, mi consejero. Tus aventuras de juventud se hicieron mías mediante historias, tus sentimientos se hicieron míos en tu experiencia, tu amor a Nuestro Señor me lo transmitiste en tus mimos, la entrega por el amor de tu vida me lo enseñaste junto a mi Yaya, pero sobre todo me diste el mayor cariño que un abuelo podía entregar a su nieto, pues tu tiempo fue mío durante 10 años y medio.
¿Recuerdas cuando íbamos a ver lagartijas? Yo las querías cazar... pero tú no me dejabas, ni me dejabas pisar hormiguitas... Me enseñaste a amar la naturaleza por que eran una creación de Dios. ¿Y los experimentos de química? Gracias por hacerme curioso porque sino no me hubiera dedicado a lo que hago. ¿Y los momentos sobre tus rodillas y el órgano? Me hiciste amar la música y el arte. Muchos más recuerdos: el amor al fútbol, las espontáneas ocurrencias, el tumbarme en tus rodillas, tu queso con vino, tus consejos sobre chicas,...
Tengo tantos recuerdos, sólo fueron 10 años y medio, pero no cambiaría ni un segundo del tiempo que pasé contigo. Te echo de menos y siempre pensaba que con los años pasaría... pero no, cada vez te echo más de menos. Me hubiera gustado que me vieras Confirmarme, terminar la carrera, mi primer trabajo,... te necesito tanto y mamá también.
Nadie jamás podrá alcanzar tu infinita bondad, eras caballero entre caballeros, el mejor español, galán como los que ya no hay... Tantas cosas te quedaste sin enseñarme. Sólo le pido a Dios ser la cuarta parte de lo que fuiste, con eso me conformo.
Por último me gustaría decirte, que siempre te estaré agradecido porque gracias a ti tengo a la mejor madre del mundo, pues junto con mi Yaya, le enseñaste muy bien. Y sí Yayo, orgullosamente te puedo decir que ella te ha superado.
Te quiero y siempre te querré,
Tu número One.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." (John Lennon)
Tenía 10 años cuando falleciste y por primera vez supe lo que era el dolor, aunque anteriormente ya había perdido a mi tío Juan al que también quería mucho (pero eso es otra historia).
Yayo, eras (eres y serás) mi mejor amigo, mi confidente, mi consejero. Tus aventuras de juventud se hicieron mías mediante historias, tus sentimientos se hicieron míos en tu experiencia, tu amor a Nuestro Señor me lo transmitiste en tus mimos, la entrega por el amor de tu vida me lo enseñaste junto a mi Yaya, pero sobre todo me diste el mayor cariño que un abuelo podía entregar a su nieto, pues tu tiempo fue mío durante 10 años y medio.
¿Recuerdas cuando íbamos a ver lagartijas? Yo las querías cazar... pero tú no me dejabas, ni me dejabas pisar hormiguitas... Me enseñaste a amar la naturaleza por que eran una creación de Dios. ¿Y los experimentos de química? Gracias por hacerme curioso porque sino no me hubiera dedicado a lo que hago. ¿Y los momentos sobre tus rodillas y el órgano? Me hiciste amar la música y el arte. Muchos más recuerdos: el amor al fútbol, las espontáneas ocurrencias, el tumbarme en tus rodillas, tu queso con vino, tus consejos sobre chicas,...
Tengo tantos recuerdos, sólo fueron 10 años y medio, pero no cambiaría ni un segundo del tiempo que pasé contigo. Te echo de menos y siempre pensaba que con los años pasaría... pero no, cada vez te echo más de menos. Me hubiera gustado que me vieras Confirmarme, terminar la carrera, mi primer trabajo,... te necesito tanto y mamá también.
Nadie jamás podrá alcanzar tu infinita bondad, eras caballero entre caballeros, el mejor español, galán como los que ya no hay... Tantas cosas te quedaste sin enseñarme. Sólo le pido a Dios ser la cuarta parte de lo que fuiste, con eso me conformo.
Por último me gustaría decirte, que siempre te estaré agradecido porque gracias a ti tengo a la mejor madre del mundo, pues junto con mi Yaya, le enseñaste muy bien. Y sí Yayo, orgullosamente te puedo decir que ella te ha superado.
Te quiero y siempre te querré,
Tu número One.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes." (John Lennon)
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